Siguiendo mis huellas sedentadas
Marchan mis pies hacia tu lecho
Firme mi rumbo a tal horizonte
Fría la vista del cuerpo en receso.
Calmada y en silencio te encuentras
Bañada de tierra y madera
En busca de un consuelo para mi alma
Me dirijo sonámbulo hacia tu aldea.
Seco de lágrimas soporto tu cruz
Exigiendo la vida que en ti se ausentó
Sueño con tu espíritu volando entre luz
Acariciando una lapida que tu nombre mentó
Muerta y pálida ahora te encuentras
Como tan fósil se encuentra mi esperanza
La esperanza de volver a cultivar
Aquel amor que contigo se marcha.
Proclamar justicia ante Dios no vasta
Porque mi pena no radica en que te hallas ido
El maldito dolor que me taladra los huesos
Es porque te fuiste y no me llevaste contigo.
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